La obligación de identificar a perros y animales considerados potencialmente peligrosos está regulada en la Comunidad Autónoma de Galicia por el Decreto 90/2002 del 28 de febrero (ver enlace).

 

El microchip asigna a la mascota un código numérico que permite identificarlo y relacionarlo con su propietario. Estos datos se almacenan en el REGIAC, propiedad de la Consellería de Medio Ambiente (Xunta de Galicia) y gestionado por el Consello Galego de Colexios Veterinarios.

 

Se recomienda identificar a la mascota en la etapa de cachorro, aunque puede hacerse en cualquier momento de su vida.